La Ciudad Pequeña de Praga, Malá Strana

La Ciudad Pequeña, o Malá Strana, es uno de los barrios más antiguos de Praga. Se extiende bajo el Castillo y está ubicada en la cuesta izquierda del río Vltava. Cerca de sus inmediaciones está Hradčany, el Barrio del Castillo, así como el precioso Castillo de Praga.

La Ciudad Pequeña (Malá Strana) empezó a cobrar vida en el siglo VIII al establecerse un activo mercado cerca del río. El estatuto de ciudad le llega de la mano de rey Premyslida Otakar II en el año de 1257.

La vida de la ciudad siempre giró en torno al mercado, situado actualmente en Malostranske Namesti o plaza de Malá Strana. La Ciudad Pequeña fue prácticamente destruida en dos ocasiones. Una en el año de 1419 (guerras entre husitas y católicos) y la otra en 1514, durante el gran incendio de Praga.

A día de hoy Ciudad Pequeña es un barrio de Praga y está reconstruido casi en su totalidad. Las calles más pintorescas de Mallá Strana son Mostecká y Nerudova. Estas dos calles forman parte del Camino Real que recorrían los antiguos reyes bohemios el día de su coronación camino del Castillo de Praga.

La Calle Nerudova empieza en una esquina de la plaza de Mallás Strana. Es bastante empinada, dado que está en una colina, pero merece la pena visitarla.

Además, es uno de los caminos hacia el Castillo así que no hay pérdida. Las fachadas de las edificaciones que están en esta calle son especialmente hermosas.

Aparte de su colorido, los símbolos que decoran las fachadas son los mismos que servían para identificar las viviendas antes que cambiaran el sistema de numeración en 1770. Aunque algunos símbolos como estos también se pueden encontrar en algunas casas en la Ciudad Vieja, los que están en esta calle son los mejores conservados de Praga.

En esta calle hay cantidad de tiendas de recuerdos, cafés y buenos restaurantes con suculentos menús del día que ofrecen comida típica checa y a muy buen precio. Hemos entrado en uno y pagamos 10€ por persona, incluyendo las bebidas que son cobradas aparte.

La Calle Mostecká es una de las calles más antiguas de Praga, tiene una longitud de aproximadamente 350 metros y conecta el Puente de Carlos, antiguo Puente de Judith, a la plaza de la Ciudad Pequeña (Malostranské náměstí).

Es una calle muy animada y está repleta de antiguos edificios renacentistas y palacios barrocos. La Casa del Águila Negra, con preciosas estatuas y rejas de hierro forjado, o el Palacio Kaunic, construcción rococo de 1773-1775, son algunos ejemplos de ellos. Terminamos el paseo por la Calle Mostecká llegando al corazón del barrio: la plaza de Malá Strana.

Como he comentado anteriormente, desde sus inicios la plaza ha tenido una gran importancia en el desarrollo de Malá Strana. Ha sido el corazón de la Ciudad Pequeña en la Edad Media. En esta época era aquí donde se encontraba el mercado popular. Entonces, también se ubicaban en la plaza dos iglesias.

En el centro de la plaza de la Ciudad Pequeña (Malostranské náměstí) está la Iglesia de San Nicolás, una de las iglesias barrocas más bonitas de Europa Central y la máxima expresión del Barroco radical en Bohemia.

El inicio de su construcción se dio en 1702, bajo el impulso de los Jesuitas, y su edificación se hizo sobre una pequeña iglesia parroquial del año de 1283 y dedicada a San Wenceslao. La obra de la Iglesia pasó por la mano de tres arquitectos y solamente se finalizó en el año de 1756.

Su cúpula es impresionante y se le puede apreciar muy bien, siempre y cuando tengamos un buen zoom, desde el Castillo de Praga. Su campanario es deslumbrante, así como la fachada ondulante de la cúpula, ambos se imponen y sobresalen sobre los tejados. Los frescos de la cúpula son espectaculares, así como las estatuas, pinturas, columnas que forman parte de su interior.

Los visitantes que vayan a la iglesia pueden subir a la torre, donde hay varias salas con información sobre su historia. La Torre tiene 65 metros de altura y la vista de la Ciudad Pequeña desde allí es impresionante. Hay tres iglesias dedicadas a este santo en Praga, así que es muy común que la gente confunda la Iglesia de San Nicolás de la plaza de Mallá Strana con la Iglesia San Nicolás de la Ciudad Vieja.

A unas manzanas de la plaza de Mallá Strana está el Jardín Vrtba, muy utilizado por los lugareños para realizar fotos de bodas.

Muy cerca del Jardín Vrtba está la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, muy conocida en el mundo cristiano por albergar la estatua del Niño Jesús de Praga (Bambino di Praga).

Es la iglesia barroca más antigua de Praga. Sus orígenes remontan al siglo XVI cuando era una capilla protestante que se convirtió en un santuario católico tras las luchas entre protestantes y católicos durante los años de 1618-1620, cuando finalmente el bando católico gana el enfrentamiento. Su nombre procede de la imagen de la Virgen que, según dicen las leyendas, portaba un cura católico durante la Batalla de la Montaña Blanca (1620).

La Isla Kampa también es un lugar muy animado de Praga. Es el Jardín más central y visitado de la ciudad. Está justo debajo del Puente de Carlos y bañado por el río Moldava. Allí se encuentran el Molino del Gran Pior y el Muro de John Lennon.

Otro punto turístico de la Ciudad Pequeña es el Monte Petřín, un gran parque en la parte alta de la ciudad, 138 metros, donde siempre están haciendo un montón de actividades. Además, es un sitio perfecto para relajarse, leer un libro, ir de picnic, o simplemente disfrutar de una panorámica fantástica de Praga. Desde su cima se puede vislumbrar incluso la Ciudad Nueva.

Se puede acceder al parque por sus jardines, tras superar los 299 escalones, o cogiendo el funicular de Petřín en la calle Újezd. Desde 1851 el funicular ha servido para comunicar Malá Strana con la cima del monte Petřín.

Nosotros fuimos en funicular y os garantizo que es un paseo muy agradable. Son 500 metros de travesía, con dos paradas, en la primera hay un restaurante con un terraza donde, ya podéis imaginaros, uno puede sentarse, tomarse un vinito de la zona y apreciar bonitas vistas de Praga. La segunda parada da acceso al parque. Allí podemos dar paseos en los muchos jardines que forman parte del parque, ir al laberinto de los espejos, de pago, ir al observatorio de Petřín o visitar la Torre Petřín (Petřínská rozhledna), el mirador más famoso de la ciudad, también de pago.

La Torre de Petrín es una copia reducida de la Torre Eifel. Fue construida en 1891, dos años después de la Torre Eifel, en ocasión de la Exposición Provincial Conmemorativa.

Su altura es de 60 metros y, definitivamente, desde la torre uno puede disfrutar de impresionantes panorámicas de Praga.

En nuestra visita a Praga hemos dedicamos todo un día para conocer la Ciudad Pequeña y nos quedamos cortos. Un motivo más para volver y ver detenidamente lugares como el Palacio Wallenstein (Valdštejnský palác) y sus jardines; el Parque Vojan, la Galería Nacional de Praga o el Museo Franz Kafka.