Esta bahía está situada en la isla de Koh Phi Phi Leh en el mar de Andamán y es uno de los destinos turísticos más emblemáticos de Tailandia. Sus aguas cristalinas turquesas rodeadas de acantilados de piedra caliza imponentes y fina arena blanca la han convertido en un destino soñado para millones y sinónimo de paraíso tropical. Pero su historia es mucho más que una idílica postal, es un relato de descubrimiento, fama cinematográfica y, más recientemente, un ejemplo de sostenibilidad y conservación.
LOS PRIMEROS HABITANTES

Maya Bay se formó hace millones de años como parte de un sistema kárstico submarino. La geología de la zona, formada por la erosión del mar a lo largo de milenios, esculpió los acantilados de roca caliza que hoy definen su silueta.
Está rodeada, casi completamente por acantilados de hasta 100 metros de altura y con sólo una estrecha entrada al mar.

Esta geografía única ha contribuido a la calma de sus aguas y la formación de su icónica playa. Durante siglos fue un lugar aislado y habitado por la vida marina.
Antes de que el mundo conociera su nombre, este rincón solamente visitado ocasionalmente por pescadores locales o comunidades marinas nómadas, como los chao leh (gitanos d
el mar), quienes navegaban por la zona en busca de sustento.
EL MOMENTO QUE LO CAMBIÓ TODO

El punto de inflexión en la historia de Maya Bay llegó a manos de Hollywood. En el año 2000 la bahía fue elegida como escenario principal para la película «La Playa» (The Beach), protagonizada por Leonardo DiCaprio.
La peli, basada en la novela de Alex Garland, retrataba una utopía secreta y primitiva, y Maya Bay encajaba perfectamente en esa visión. Las imágenes de la bahía, con su belleza salvaje y casi irreal, cautivaron a audiencias de todo el mundo.

La producción, aunque generó controversia ambiental por la alteración del paisaje natural, puso la bahía en el mapa turístico mundial.
El éxito de la película catapultó a Maya Bay a la fama global y de ser un destino para unos pocos aventureros y amantes del buceo, se transformó en un punto de turismo masivo. Miles de turistas empezaron a llegar a diario, ansiosos por experimentar la «playa de la película» en persona.
EL IMPACTO DEL TURISMO MASIVO

El aumento exponencial del turismo, si bien trajo prosperidad económica a la región, también comenzó a pasar factura al frágil ecosistema de Maya Bay.
La constante llegada de barcos, el número abrumador de visitantes y las actividades asociadas comenzaron a erosionar la belleza natural que la había hecho tan famosa.

Las anclas de los barcos que atracaban en la bahía dañaron severamente los arrecifes de coral circundantes, que son vitales para la salud del ecosistema marino.
El aumento de la actividad humana erosionó la playa, los ecosistemas locales y generó contaminación por plásticos y otros desechos. La presencia constante de personas y embarcaciones afectó a las especies marinas que habitan en la bahía.
EL CIERRE Y LA RECUPERACIÓN

Ante la alarmante degradación ambiental de la bahía, sacada a la luz por ambientalistas y científicos, las autoridades tailandesas tomaron una decisión drástica pero necesaria.
En junio de 2018 cierran Maya Bay al turismo, en un principio de manera temporal y luego de forma indefinida.

El objetivo fue permitir que la naturaleza se recuperara de los estragos causados por el turismo masivo. Durante el período de cierre se implementaron medidas significativas.
Se prohibió la entrada de embarcaciones a la bahía principal, reubicando el área de desembarco a otra parte de la isla para proteger el lecho marino.

Se llevaron a cabo proyectos de regeneración de la flora local y restauración de corales, plantando nuevos ejemplares para revitalizar los arrecifes dañados.
Además, se diseñó un nuevo sistema de gestión sostenible del turismo, establecieron un límite estricto en el número de visitantes diarios y un tiempo máximo de permanencia para evitar la saturación. Durante este tiempo se registró una recuperación significativa de la biodiversidad marina.
LA REAPERTURA Y EL FUTURO

Después de más de tres años de recuperación, Maya Bay reabrió sus puertas al turismo en enero de 2022, pero con un enfoque radicalmente diferente y bajo a estrictas restricciones.
Las nuevas regulaciones buscan un equilibrio entre el disfrute de su belleza y la protección de su entorno natural. Se han limitado el número de visitantes por día y el acceso está restringido al muelle localizado en parte trasera de la isla.

Está prohibido nadar en la bahía, para proteger los corales, y hay una vigilancia constante por parte del Parque Nacional Hat Noppharat Thara-Mu Ko Phi Phi. La experiencia ahora es más controlada, enfocada en la apreciación de la naturaleza en lugar de la simple explotación turística.
Estas políticas han convirtiendo a Maya Bay en un modelo de ecoturismo responsable y en un estudio de caso global sobre los desafíos del turismo masivo y la importancia de la conservación ambiental.

Y también una llamada de atención verídica de que incluso los paraísos más idílicos necesitan ser protegidos para que las futuras generaciones puedan maravillarse con su esplendor. Maya Bay es hoy un símbolo de la dualidad entre belleza natural y turismo masivo.
Su historia reciente muestra cómo un paraíso puede estar en peligro por la sobreexplotación, pero también cómo, con la intervención adecuada, la naturaleza puede recuperarse.
PASEO EN BARCO

Para conocer las islas Phi Phi es prácticamente obligatorio contratar un tour en barco o bien alquilar por horas con los lugareños, y con Maya Bay no es diferente. Nosotros contratamos el Gold Day Tour com la empresa Brazuca y nos encantó. Era el tour más largo que encontramos de los que se ofrecían en Ton Sai.
Fueron 9 horas de pleno disfrute y que se pasaron volando. El tour es realizado exclusivamente por brasileños y portugueses, con un guía que habla portugués. Está incluido el almuerzo, água, refrescos, frutas y merienda.

Salimos sobre las 11:00hs, justo antes de que las playas empiecen a vaciarse, y fuimos en una lancha rápida, lo que nos permitió visitar más lugares con tiempo de sobra en cada parada.
Muchos barcos de islas vecinas (como Krabi y Phuket) salen muy temprano hacia Koh Phi Phi. Por lo tanto, entre las 8:00 h y el mediodía son los horarios de mayor afluencia en las playas visitadas. Poco después de las 12:00 h, los barcos comienzan a regresar a sus islas de origen y las paradas en Phi Phi empiezan a quedarse más vacías.

Es recomendable llevar unas chanclas o uno de estos zapatos para entrar en el mar por dos motivos. El primero, porque allí los transportes sólo se hacen por barcos y casi siempre entramos en el mar para poder acceder a ellos.
Segundo motivo, durante los paseos a las islas nos guardan las zapatillas antes de entrar en las embarcaciones y como tenemos que bajar y en algunos lugares que hay corales y piedras, no está demás llevar siempre los pies protegidos.

Nuestra parada en Maya Bay duró algo más que una hora. Nos dio tiempo de conocer este precioso paraje con mucha tranquilidade. Y como llegamos al final de la tarde no había mucha gente. Tras la visita nos dirigimos a Bamboo Island donde nos quedamos horas paseando por la isla y disfrutando del largos baños de mar.
CONSEJOS PARA VISITAR MAYA BAY

Hora de la visita
Los tours suelen comenzar por la mañana, y aunque el acceso está limitado, lo ideal es ir temprano (antes de las 9 a.m.) o bien a última hora de la tarde. Estos horários te ayudarán a evitar multitudes y disfrutarás de la bahía con mayor tranquilidad.
Elección del tour
Busca una excursión con operadores certificados por el Parque Nacional. Evita embarcaciones que oferten la llegada con anclaje directamente en la playa (recordad que está prohibido) o que ofrezcan prácticas dañinas, como alimentar peces o bucear sobre corales sin control.

Acceso a la isla
Desde la reapertura no se puede llegar en barco directamente a la playa. El acceso es a través de un muelle flotante en la parte trasera de Ko Phi Phi Leh, seguido de un sendero natural hasta la bahía. Prepárate para caminar unos minutos.
Normas de la bahía
Para proteger los arrecifes y la fauna marina (como los tiburones de arrecife que han regresado), está prohibido bañarse o bucear en el agua dentro de la bahía principal. Pero puedes meter los pies en el agua, disfrutar de las vistas, caminar por la arena y tomar fotos espectaculares.

Disfrutar sin dañar
Evita subirte a rocas o pisar vegetación sólo para tomar una mejor foto. Elige el respeto por encima del “me gusta”.
Protector solar ecológico
Parece una tontería, pero tratándose de Maya Bay todo cuidado es poco. Los productos con químicos dañinos afectan directamente a los corales. Así que, lo ideal es llevar bloqueadores biodegradables o ropa de protección solar (camisetas tipo rash guard).

Basura cero
En la isla no hay cafeterías ni tiendas, y tampoco papeleras, así que la basura que generamos allí hay que quedarse en la mochila, y no en la bahía. Un simple envoltorio puede causar un gran daño a la fauna local.
Entrada al parque nacional
Para ingresar a Maya Bay es obligatorio pagar una tarifa al Parque Nacional Hat Noppharat Thara–Mu Ko Phi Phi. Asegúrate de que tu operador turístico incluya esta tarifa y colabore con la conservación.

Lleva calzado cómodo
Aunque es playa, caminarás por senderos naturales con escaleras y pasarelas. Unas sandalias deportivas o zapatillas ligeras son los zapatos ideales.
¡Disfruta del Paraíso!
Lo mejor de estar en este sitio único es tomarnos un tiempo para simplemente mirar, escuchar y sentir el lugar. Es uno de los rincones más hermosos (y frágiles) del planeta, así que, mientras estés allí ¡disfruta del paraíso!

Que lugar maravilhoso. Adorei a matéria.
E aqueles que foram vistos dançando foram julgados insanos por aqueles que não podiam escutar a música. Friedrich Nietzsche PUCCI.’.
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Que bom que você gostou Pucci 🙂 Estou adorando as frases filosóficas.
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