La casería, la esencia de la tradición asturiana

Tras un bellísimo viaje por el concejo de Taramundi me picó la curiosidad de saber porqué la casería asturiana es mucho más de lo que pueda indicar su nombre. Según ya decía Jovellanos es «una unidad orgánica de explotación agropecuaria, capaz de sostener a una familia campesina a la que sirve de hogar y solaz». Descubramos los motivos que llevan a la casería ser parte integral de la identidad cultural, económica y tradicional de la zona rural del Principado de Asturias .

La casería está formada por la casa y sus dependencias anejas; por el terrazgo e incluso por los derechos de aprovechamiento de los montes comunales. La casa se sitúa en un espacio cercado denominado solar, rodeado por la antojana.

Alberga las siguientes dependencias anejas: el hórreo, el pajar, la cuadra y otros espacios dedicados al almacenamiento. Alrededor del cercado de la antojana -zona de terreno llano situada frente a la fachada principal de una construcción rural-, se disponen el huerto y los árboles frutales.

La casería forma una unidad de producción, de residencia, de consumo, de explotación y, en el pasado, de recaudación.

Según las zonas de Asturias, la casería también se conoce como: quinta o quintana, conjunto de casas o viviendas rurales, a menudo formando parte de una aldea o pueblo, que se caracteriza por su arquitectura tradicional y entorno natural.

Acudimos a la “Compilación del Derecho Consuetudinario Asturiano” (una recopilación del as costumbre y usos tradicionales de Asturias que tienen implicaciones legales) que la define así:

Concepto:

Es una unidad económica y de explotación familiar formada por elementos disociados, tanto en lo que respecta a su naturaleza –casa, antoxana, edificios anexos y construcciones complementarias, hórreos o paneras, huertos, tierras, prados, montes, árboles, animales, maquinaria y aperos de labranza, y derechos de explotación en los bienes comunales–, como a su sistema de propiedad privada, en arriendo o en aparcería–, a su localización dispersa y a su destino o aprovechamiento cultivo, recolección, pastizal–, que forman un conjunto agropecuario capaz de dar sustento a una familia campesina, sin perjuicio de que ésta pueda tener otras fuentes complementarias de ingresos.

Los edificios que conforman la casería pueden destinarse a habitación, establo, industria o almacenaje. La casería también recibe las denominaciones de caseiría, caseirío, caseríu o casiría.

Características:

Con carácter general se tiende a preservar indivisa la casería para que mantenga el carácter de unidad de explotación y cumpla la finalidad prevista en el § 67.1 de esta Compilación, objetivo que se pretende conseguir transmitiéndola íntegra a un único heredero, sin perjuicio del deber de éste de entregar en metálico o en especie a los demás herederos el importe de la parte que les haya sido adjudicada.

El eje central de la casería es la casa, que tiene un nombre que la identifica. La extensión de la casería es variable, aunque siempre tiene que permitir que se cumplan las finalidades prevista. La casería puede ser arrendada en los términos del § 57 de esta Compilación.

Más que una casa

La casería constituye el eje central de la economía campesina asturiana, representando una unidad orgánica y económica de explotación familiar sobre la que convergen los esfuerzos de todos los miembros de la familia, con la pretensión de lograr su perpetuación mediante el establecimiento de vínculos de unión entre las generaciones pasadas con las presentes y de las presentes con las futuras.

Ha permanecido fiel a sus rasgos históricos y en la actualidad aún mantiene plena vigencia el concepto que de ella elaboró Jovellanos al definirla como «una unidad orgánica de explotación agropecuaria, capaz de sostener a una familia campesina a la que sirve de hogar y solaz».

Contribuye a reforzar el carácter identitario y de unidad de la casería el hecho de que suele tener un nombre propio que la identifica y que se mantiene a través de las generaciones, nombre que toma como referencia los rasgos físicos o la actitud de la familia que la explota, los oficios desarrollados en ella, su localización geográfica o sus características constructivas, entre otros motivos.

La casería proporciona el sustento a la familia que en ella vive, lo que no excluye la posibilidad de que existan otros ingresos complementarios, pues desde siempre los oficios tradicionales y los trabajos fuera de la casería han aportado un capital extra a la familia campesina.

Ocupaciones u oficios tradicionales como goxeru, madreñero, herrero, cantero, molinero, carpintero o tratante de ganado; ocupaciones u oficios temporales como jornalero, caminero o leñador; empleos asalariados en la mina, en la construcción o en los servicios han permitido combinar la economía básica de la familia campesina asturiana con los ingresos extra referidos.

Mano de obra y beneficiarios de los rendimientos de esa mano de obra se conjugan en la casería como elementos característicos e indisociables.

Pero, además, la casería constituye un elemento aglutinador de referencia para otras figuras integrantes del Derecho consuetudinario asturiano como la andecha, la sestaferia, la sociedad familiar asturiana, el testamento mancomunado y la viudedad universal, que están íntimamente vinculadas a la casería, ya sea por su naturaleza casal o porque su finalidad última es el mantenimiento de esa unidad orgánica y de explotación Familiar en que consiste la casería.

La fuerza que irradia del concepto unitario de la casería se manifiesta también en el hecho de que, aunque sus elementos integrantes estén dispersos, no hay lugar al derecho de retracto de colindantes de uno de ellos aisladamente considerado porque el interés social que preside dicho retracto cede ante el vigor que emana de la casería como unidad de explotación de cuya supervivencia como núcleo agrícola depende el sostenimiento del campesinado asturiano.

Ejemplos de caserías en el conCejo de taramundi

Caserías en zonas rurales

Las caserías en Taramundi se encuentran dispersas por el concejo, especialmente en áreas rurales como las proximidades de Mazonovo, As Veigas, Os Esquíos y Os Teixois, formando parte de conjuntos etnográficos y rutas turísticas. 

Caserías como centros de producción

Algunas caserías, especialmente las que se dedican a la producción de alimentos, pueden ser visitadas para conocer los procesos tradicionales de elaboración de productos como el queso Afuega’l pitu, un queso asturiano que se produce en estas caserías.

Conjuntos etnográficos

Los conjuntos etnográficos de Os Teixois y el Museo de los Molinos de Mazonovo muestran ejemplos de ingenios hidráulicos y actividades tradicionales que se desarrollaban en las caserías.

Caserías en el contexto de la Ruta del Agua

La Ruta del Agua de Taramundi pasa por varias caserías, lo que permite a los visitantes apreciar la arquitectura tradicional y el entorno natural de estas explotaciones agrícolas y ganaderas.

Caserías como alojamiento

Algunas caserías en Taramundi se han adaptado para ofrecer alojamiento rural, permitiendo a los turistas experimentar la vida en una casería tradicional.

Características de antaño de las caserías:

As Veigas

Arquitectura: Suelen ser construcciones de planta rectangular, con muros de piedra y cubierta a dos aguas de teja. 

Funcionalidad: Combinan la vivienda con la actividad agrícola, a menudo con elementos como el hórreo o la panera. 

Entorno: Se ubican en entornos rurales, a menudo rodeadas de prados y tierras de cultivo. 

Comunidad: Aunque son unidades familiares, a menudo establecen relaciones de vecindad y colaboración con otras caserías. 

Unidad básica de producción: La casería era la base de la economía familiar, donde se cultivaban alimentos y se realizaban diversas actividades productiva

Economía de subsistencia: El objetivo principal era la autosuficiencia, con la producción destinada principalmente al consumo familiar.

Estructura: Normalmente, una casería incluía una vivienda, tierras de cultivo, pastos y a veces molinos o ferrerías.

Organización social: La casería era el centro de la vida familiar y comunitaria, con fuertes lazos entre los miembros de la familia y los vecinos.

Organización social: La casería era el centro de la vida familiar y comunitaria, con fuertes lazos entre los miembros de la familia y los vecinos.

Relación con la tierra: La casería estaba íntimamente ligada al territorio, con un conocimiento profundo de las tierras y sus recursos.

Tradiciones y oficios: En las caserías se mantenían vivas diversas tradiciones y oficios, como la agricultura, la ganadería, la artesanía y la elaboración de productos locales.

Arquitectura: Aunque no hay una tipología única, las caserías solían tener una arquitectura tradicional adaptada al entorno y a las necesidades de sus habitantes.

Rol en la comunidad: Las caserías eran el motor de la vida rural en Taramundi y jugaban un papel importante en la conservación del patrimonio cultural y natural de la zona.

En Taramundi, las caserías son un testimonio de la forma de vida tradicional y del legado cultural de la región. Lugares como el Conjunto Etnográfico de Teixois y el Museo de los Molinos de Mazonovo ofrecen la oportunidad de conocer más sobre la vida en estas caserías y la importancia de la agricultura y la artesanía en la zona.

En definitiva, las caserías asturianas son mucho más que simples casas; son centros de vida rural que integran vivienda, trabajo agrícola y relaciones sociales. 

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