Pardiñas, la aldea que alberga la navaja más grande del mundo

Esta encantadora aldea forma parte de la parroquia de Taramundi y está inmersa en el Reserva de la Biosfera del Río Eo, Oscos y Terras de Burón. Junto a Taramundi, As Veigas, Os Teixois, Esquíos y Manzonovo; Pardiñas ha formado parte del circuito de pueblos, aldeas y casarías del consejo de Taramundi que hemos visitado durante 5 días que fueron de ensueño.

Como las demás villas del consejo, Pardiñas está ajena al ajetreo del que estamos acostumbrados los que vivimos en las ciudades. Aldeas como ésta se presentan como un remanso de paz para el alma, son lugares muy especiales donde el tiempo transcurre a un ritmo diferente, marcado por la tranquilidad, el fluir de los ríos y el susurro del viento entre los bosques.

Explorar Pardiñas, y los demás pueblos de esta región, ha sido una inmersión en la esencia rural de Asturias. Hemos descubierto su historia, su arquitectura y la belleza de su entorno natural.

Historia y Origen

Las raíces de Pardiñas, como los de muchas aldeas de la zona, están enlazadas con la historia del consejo de Taramundi.

Se caracteriza por su origen prerromano, su vinculación a la lengua eonaviega (gallego-asturiana), su tradición cuchillera y la importancia del agua en su desarrollo económico y cultural. Su progreso está intrínsecamente ligado a la vida rural y a la explotación agrícola y ganadera de estas fértiles tierras.

A lo largo de los siglos, estas villas se formaron alrededor de núcleos familiares y de la necesidad de trabajar conjuntamente la tierra, creando un tejido social y cultural muy arraigado.

La despoblación rural ha sido una constante en muchas de estas aldeas, pero Pardiñas, como otras en Taramundi, ha nsabido mantener viva su esencia, a menudo gracias a la revitalización turística y a la preservación de sus tradiciones.

Su nombre podría tener raíces en la toponimia prerromana o romana, sugiriendo una posible conexión con bosques o con la presencia de algún tipo de asentamiento antiguo.

Algunas interpretaciones sugieren que, en el contexto rural gallego, leonés y asturiano, la palabra «pardiñas» se refiere a un tipo de construcción rural, una pequeña granja o cortijo, que se encuentra en algunas zonas de estas comunidades.

Por otra parte, su origen etimológico se relaciona con el latín «parietīnae«, que significa «paredes ruinosas» o «ruinas«. Esta derivación sugiere que las pardiñas se construían con materiales disponibles en el entorno y que, con el tiempo, podrían haberse deteriorado, dando lugar a ese nombre.

Así que, su etimología podría apuntar a su origen como construcciones rústicas, a menudo en estado de deterioro, que derivan del término latino para ruinas o paredes en mal estado.

Arquitectura Tradicional

La arquitectura de Pardiñas es un fiel reflejo de la adaptación al entorno y a los materiales disponibles. Predominan las construcciones de piedra, robustas y sólidas, diseñadas para resistir el clima húmedo de la región.

Casas de Piedra

Los muros suelen estar construidos con mampostería de piedra granítica, a menudo sin labrar o con sillares rústicos, unidos con mortero de cal y arena. Esta piedra, extraída localmente, confiere a las edificaciones una gran durabilidad y un aspecto integrado en el paisaje.

Tejados de Pizarra

Los tejados son característicamente de pizarra, un material abundante en la zona. Las lajas de pizarra se colocan superpuestas, formando un tejado a dos o cuatro aguas, a menudo pronunciado para facilitar el desagüe de la lluvia y la nieve. Con el paso del tiempo, la pizarra adquiere un tono verdoso por la acción del musgo, lo que le da un encanto adicional.

Balcones y hórreos

Es común encontrar balcones de madera, a veces pequeños y sencillos, que añaden un toque de calidez a las fachadas de piedra. Los hórreos, aunque quizás menos abundantes que en otras zonas de Galicia, también forman parte del conjunto arquitectónico tradicional, sirviendo como graneros elevados para proteger los alimentos de la humedad y los roedores.

Distribución

Las casas suelen tener una distribución funcional, con las zonas de vivienda en los pisos superiores y las cuadras o almacenes en la planta baja. En la foto de arriba podemos apreciar la Casa Magadán. Reproduzco el texto del cartel para que conozcamos algunas historias que cuentan sus paredes.

Conocida por los vecinos de la aldea como Casa de Magadán, por ser esta familia la última en habitarla (desde mediados del XIX hasta el año 2015).

Tiene una superficie construída aproximada de 385 m2, un total de 15 puertas exteriores, 4 cocinas y unas 20 estancias interiores. Además, la casa poseía hórreo, cabazo y panera.

La puerta principal de la casa está flanqueada por dos escudos, colocados en el año de 1943 por el cantero José Mª. Rodríguez Calvín. Habían sido traídos a principios del siglo XX por un heredero de la familia Bermúdez del luar de A Veiga de Lhan, por lo que las fechas y leyendas que aparecen en los mismos no parece que tengan relación alguna con la historia de la edificación.

Es sabido que, a mediados del siglo XVII, tenía en Pardiñas una de sus principales residencias la familia Bermudez Becerra, señores del Coto de A Veiga da Sarza (a unos 900 metros de Pardiña), por lo que es más probable que haya sido esta la vivienda de dicha familia.

Allí también vivieron algunos miembros de la familia Amézaga (propietarios de varias caserías, copropietarios del mazo de Aguillón, etc.) y de la familia Lombardero, herreros y relojeros llegados desde el País Vasco a Santalla de Oscos a principios del siglo XVII.

Más recientemente, vivió ene esta casa Manuel Calvín García, alcalde de Taramundi por el partido Radical Socialista desde 1933 hasta el golpe militar de Franco, en 1936. Posterirmente tuvo que exilarse a Argentina, donde falleció.

También vivió allí Manuel Rojas O Xelo “zoqueiro” (madreñero). Fabricaba “zocas” (madreñas) de todo tipo (zapatilla y escarpín), para niños y adultos, con madera de “bidueria” (abedul), finamente decoradas.

El conjunto arquitectónico de Pardiñas, con sus calles estrechas y trazado orgánico, crea una atmósfera de autenticidad y recogimiento.

Entorno Natural y Paisajes

El entorno natural de Pardiñas es sencillamente espectacular. La aldea se asienta en un paisaje de transición entre la montaña y el valle.

La vegetación está dominada por bosques de robles (carballos), castaños, abedules y alisos. Estos bosques cubren las laderas, creando un manto verde que cambia de color con las estaciones, desde el vibrante verde de la primavera hasta los ocres y dorados del otoño.

La zona es muy rica en cursos de agua. El río Grande de Taramundi o sus afluentes atraviesan los valles, alimentando el paisaje con su frescura y vitalidad. Estos ríos son responsables de la humedad característica de la región, que favorece el crecimiento de musgos y líquenes en la piedra y la madera.

Entre los bosques, se abren prados verdes donde pasta el ganado, y pequeñas parcelas de cultivo que dan testimonio de la actividad agrícola tradicional.

Los paisajes de Pardiñas son de una belleza serena y salvaje a la vez, invitando a la contemplación y al disfrute de la naturaleza en estado puro.

Pardiñas es un microcosmos que encarna la autenticidad que encontramos en todo el consejo de Taramundi. Un lugar para pasear, respirar aire puro y sentir la conexión profunda entre el hombre, la tierra y la tradición.

Casa Museo de la Cuchillería Tradicional de Taramundi

La Casa Museo de la Cuchillería Tradicional de Taramundi es un lugar fascinante que celebra la rica tradición de la fabricación de cuchillos y navajas en esta región. Este museo es un testimonio del patrimonio cultural y artesanal de Taramundi, conocido por ser un centro de producción de cuchillería desde hace siglos.

La cuchillería en Taramundi tiene una larga historia que se remonta a tiempos muy antiguos. La región es famosa por la calidad y el diseño de sus cuchillos y navajas, que son elaborados por artesanos locales que utilizan técnicas tradicionales.

El museo fue inaugurado en el año de 2007 para preservar y promover esta tradición, ofreciendo a los visitantes una visión detallada del proceso de fabricación y la evolución de las herramientas cortantes a lo largo del tiempo. Juega un papel fundamental en la conservación, revalorización y transmisión de esta tradición ligada al hierro.

La Casa museo, que ha ido creciendo en contenidos y espacio poco a poco, es un paseo didáctico sobre la vida y cultura de los ferreiros y también de la historia de los cuchillos y navajas de Taramundi.

Allí exponen piezas de la cuchillería tradicional, cuentan acerca de su proceso de elaboración y la importancia de la villa como enclave productor y comercializador de este típico producto artesanal. El objetivo del museo es conservar, revalorizar y transmitir a sus visitantes la importancia de este legado. 

En el interior de una esta antigua construcción tradicional, está instalada una sala de la historia, otra donde se explican cuáles son las técnicas empleadas para la elaboración de cuchillería, además de dos salas que contienen una colección de navajas, cuchillos y tijeras de Taramundi y del resto de la Comarca.

Exposiciones

Foto: Xesteco

El Museo de la Cuchillería alberga una variada colección de exposiciones que incluyen:

Cuchillos y Navajas: Una amplia muestra de cuchillos y navajas elaboradas por artesanos locales, desde modelos tradicionales hasta diseños más contemporáneos.

Herramientas y Utensilios: Exhibiciones sobre las herramientas utilizadas en el proceso de fabricación, mostrando cómo cada instrumento tiene su propósito específico en la creación de cuchillos.

Historia Local: Información sobre la historia de la cuchillería en Asturias, incluyendo relatos sobre los maestros cuchilleros que han contribuido a esta tradición.

⁠Demostraciones en Vivo: A menudo, el museo organiza demostraciones donde los visitantes pueden observar a los artesanos trabajando en sus piezas, lo que permite apreciar el arte detrás de cada cuchillo.

Actividades y Talleres

Foto: Xesteco

El museo también ofrece talleres donde los visitantes pueden participar en actividades prácticas relacionadas con la elaboración de cuchillos. Estas experiencias son ideales para aquellos interesados en aprender más sobre las técnicas tradicionales y el oficio artesanal.

En una construcción anexa, que se utilizó por los antiguos propietarios como taller de fragua y carpintería, se ha instalado una bodega o taller de cuchillería tradicional ambientado en la primera mitad del siglo XX.

El museo se encuentra en el itinerario de la ruta de los ferreiros, la cual acerca al visitante a conocer aldeas y espacios directamente relacionados con este oficio, por lo que es un complemento apropiado para interpretar correctamente el recorrido de esta ruta.

Horario

Foto: Xesteco
Temporada alta (01/07-15/09, Semana Santa y puentes nacionales): de 11.00 a 14.00 h y de 16.00 a 20.00 h.
Resto del año: de 11.00 a 14.00 h y de 16.00 a 19.00 h. Cerrado domingo por la tarde y lunes todo el día.
Demostraciones cada media hora.

Precio

Adulto: 3 €Infantil (6-12 años): 1 €Grupos (mínimo 12 personas): 2 €

Contacto

Teléfono: 985646810info@navallasdetaramundi.com https://cqtaramundi.com/

La navaja gigante

En al año de 2011, se inició un proyecto escultural con la colaboración de varios artesanos de la zona. El resultado fue la construcción de la navaja más grande del mundo. Más allá del innegable reclamo turístico que supone, ha sido un homenaje -con nombres y apellidos- a generaciones enteras de artesanos de la cuchillería en Taramundi.

En la placa que se encuentra a la entrada, que da acceso al museo, pone:

«Como homenaje a los cuchilleros de Taramundi y a sus familias por su colaboración en la puesta en marcha de este museo surge, en el año de 2011, la idea de construir una navaja de gran tamaño. Alberto Calvín, vecino de Pardiñas, dona al Museo un roble para confeccionar el mando de dicha navaja. El tamaño de este árbol será el que marque las dimensiones finales de la pieza, que mide en total 7,2 metros (unas 40 vezes el tamaño de una navaja de bolsillo) y pesa unos 1.600 kilos, apoyada sobre una piedra de 6 toneladas.»

Casa Museo de la Cuchillería Tradicional de Taramundi

La navaja está fabricada a escala de una real, mide siete metros y veinte y pesa 1.600 kg. Además, el lugar es prácticamente un mirador con una panorámica muy bonita del valle.

Detrás de la piedra que sujeta la navaja hay una placa donde el Museo también hace un bonito homenaje a los cuchilleros de esta zona. Allí se recuerda el nombre y apellido de todas las personas que se han dedicado al oficio de la cuchillería en el Consejo de Taramundi.

3 comentarios sobre “Pardiñas, la aldea que alberga la navaja más grande del mundo

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