La primera mención de Tallin en los registros históricos se remonta a 1154, cuando el cartógrafo árabe almorávide Muhammad al-Idrisi lo marcó en su mapa del mundo. A lo largo de su historia Estonia estuvo bajo el dominio de varios países.
La historia de Tallin como ciudad se da con la conquista de Estonia por los daneses en 1219, tras la batalla de Lyndanisse.
Los colores de escudo de armas de Tallin, así como el símbolo de los tres leones de Estonia, provienen de la época del poder danés, que se culminó en 1343. El país también estuvo sobre otros dominios.
Entre los siglos XII y XVI estuvieron sobre el dominio económico y político de los germanos. Los suecos dominaron entre los siglos XVI y XVIII. En este período realizaron una mejora drástica de la defensas de la ciudad, añadiendo murallas y sistemas de túneles.
El período de dominación imperial rusa, desde 1710 hasta 1918, trajo la industrialización y el crecimiento económico y demográfico.
En 1918 Estonia logra su primera independencia, vuelve al dominio ruso y, finalmente, en el año de 1991 declara su segunda y definitiva independencia. Tras 51 años Tallin se convierte otra vez en la capital de la república de Estonia.
Esta ciudad amurallada fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997.
Su casco antiguo está rodeado por un sistema de murallas y torres y su interior está lleno de detalles. Sugiero hacerlo tranquilamente para poder apreciar cada rinconcito, callejuelas, y edificios medievales, góticos y barrocos. Las puertas, marcos y ventanas están hechas con unos colores y una delicadeza que impresionan.
El Ayuntamiento de Tallin es el único de estilo gótico del norte de Europa y está ubicado en la Plaza del Ayuntamiento.
Fue construido entre 1042-1404 y en su torre hay una curiosa veleta llamada “Vana Toomas” (viejo Tomás).
Dice la leyenda que la nombraron así porque alguien vio cierto parecido entre la figura que adorna la veleta y Tomás, un popular plebeyo y héroe de la guerra de Livonia. Se puede subir los 115 escalones de la torre del Ayuntamiento por 3€.
La Plaza del Ayuntamiento históricamente sirvió como lugar de mercado y reunión.
Al día de hoy sigue siendo el corazón de la ciudad, un lugar para conciertos al aire libre, ferias de artesanía y mercados medievales.
Alrededor de la plaza hay edificios notables, entre ellos el de la Farmacia Municipal Raekoja, la más antigua del mundo que se encuentra abierta hasta hoy, funciona como tal desde 1422.
Sus instalaciones son un verdadero museo farmacéutico y su fachada es una preciosidad.
La Puerta Viru está formada por dos emblemáticos torreones, levantados en el siglo XIV, que antaño servían como entrada y salida a los viajeros.
La puerta da paso a la Calle Viru, una calle repleta de cafés, restaurantes y tiendas que se expande hasta el Ayuntamiento. Desde allí salen muchas de las rutas por la ciudad de Tallin.
Destaco también el Pasaje de Santa Catalina, donde se encuentra el antiguo monasterio dominico, estar en esta calle nos hace volver al medievo. Cerca de allí se encuentra el precioso patio de los artesanos.
Lo mismo ocurre al recorrer las murallas y los torreones medievales de Tallin desde abajo o desde las pasarelas que tienen arriba.
Tallin cuenta con una de las fortificaciones medievales mejor conservadas de Europa. Cuenta con 1,9 Km de su muralla original, 2 puertas de entrada, Viru (siglo XIV) y Kiek in de Kök (1470) y 20 torres defensivas.
Desde la Puerta Kiek in de Kök se puede acceder al sistema de túneles que se encuentran ocultos que corre por debajo de los viejos bastidores del barrio de Toompea. Entre las torres están la Torre de Margarita la Gorda, Neitsitorn, Eppingi, o la increíble pared de conexión Nunna, Sauna y torres Kuldjala.
Para disfrutar de una fabulosa panorámica de la ciudad hay que subir al Mirador Patkuli que se encuentra en la parte alta de Tallin, en la colina de Toompea.
Desde allí hay bonitas vistas de la ciudad y también se puede visitar la pintoresca Catedral de Santa Marina (El Duomo, 1233), el Castillo de Toompea, el Parlamento, la Torre de Germán “El Largo” y la impresionante Catedral de Alejandro Nevsky (1900).
Cosas que ver en la ciudad
Plaza del Ayuntamiento, Farmacia Municipal Raekoja, Pasaje de Catalina, Monasterio Dominicano, Plaza de las Torres, Puerta Viru, Puerta Kiek in de Kök, Murallas, las Iglesias de San Nicolás, del Espíritu Santo y de San Olaf, Mirador Patkuli, Castillo de Toompea, Parlamento, Catedral Alexander Nevski, Catedral de Santa María, Patio de los Artesanos, los Museos de Tallin, de las Ocupaciones y de Historia de Estonia, Torres (Torre de Germán, de Margarita la Gorda, Neitsitorn, Eppingi, Nunna, Sauna y torres Kuldjala, etc.). Pasadizos subterráneos de los Bastiones, Plaza de la Libertas, Puerto y Ópera.
Excelente reseña de una ciudad con un encanto muy particular.
Saludos
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Gracias Javier. Tallin fue toda una sorpresa y ha superado todas mis expectativas 🙂
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