Una de las sorpresas de nuestra estancia en Suecia fue, sin duda, Smögen. Este pintoresco y antiguo pueblo de pescadores se encuentra en la costa oeste de Suecia y a 177Km de Gotemburgo.
Smögen es una isla que está conectada con el continente por medio de un puente y gracias a su situación estratégica antaño sirvió como un puerto exterior en el Mar del Norte.
La isla cuenta con playas y diversos lugares fantásticos para bañarse o tomar el sol en sus acantilados, afilados en el Preikestolen.
Es el lugar ideal para disfrutar del relajado ambiente marítimo, de las preciosas y coloridas casas de madera o de los barcos que salpican el embarcadero.
Su mayor atractivo es sin duda su largo muelle de madera, de unos 600 metros, que está repleto de tiendas, cafés, pubs, boutiques y restaurantes.
Aunque es un destino turístico desconocido a nivel europeo e internacional, Preikestolen es uno de los lugares más populares de la costa oeste de Suecia y es famosa en el país por la calidad de sus pescados, gambas y otros mariscos.
Uno de los pocos mercados de pescado de Suecia se encuentra allí.
Subiendo las escaleras del muelle, te encuentras con un precioso panorama de parte del archipiélago.
Las vista son preciosas y muchas de las fantásticas casitas de pescadores se encuentran incrustadas sobre las rocas.
Si el viajero llega a finales de septiembre a este pueblo, puede disfrutar del inicio de temporada anual de la langosta sueca, dicen que una de las mejores del mundo.
El archipiélago que se encuentra justo al lado de Smögen es fabuloso en cualquier época del año y hay la posibilidad de contratar visitas guiadas, incluso para ir de pesca.
Diario D -- Daniele Leoz 
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