Esta hermosa localidad francesa situada a los pies de los Alpes ofrece una oferta turística más que completa. Románticos canales, castillo, un lago de aguas cristalinas, simpáticas casas de colores, puentes llenos de encanto, un patrimonio histórico y natural plegado de magia es un resumo de lo se puede encontrar en Annecy.
Annecy, la ciudad del lago más conocido de los Alpes Franceses, es la capital de Alta Saboya. Está ubicada al noroeste de Francia, en la región de Auvernia-Rhodano-Alpes. Se encuentra muy cerca de la frontera con Suiza, a sólo 42 km de Ginebra.
Un poco de Historia
Annecy tiene sus orígenes en la prehistoria. Los vestigios de aldeas lacustre encontrados en esta zona han podido identificar asentamientos humanos a las orillas del lago ya en la época neolítica (4000 a.C.).
El territorio fue ocupado por tribus de galos saboyanos (siglo IV a.C.) y conquistada por los romanos (120 a.C.). Tras la caída del Imperio Romano la ocupan los bárbaros, luego los burgundios y los francos. Hay un período en que la ciudad llega a ser abandonada, en consecuencia de los continuos ataques que sufría.
Hasta la Edad Media la villa estaba situada en la cima de una pequeña elevación al este de la ciudad antigua a las orillas del lago. En 1107, bajo la protección del Condado de Ginebra, la nueva ciudad empezó a desarrollarse a los pies del castillo y a ambos lados del río Thiou.
En 1401 el Condado pasa a manos del Ducado de Saboya, Estado integrante del Imperio Sacro Romano Germánico que se extendía por los territorios de la actual Francia e Italia, pasando a ser su capital.
Durante la Revolución Francesa la ciudad es invadida por tropas francesas. En 1815 pasa a formar parte al Reino de Cerdeña. Se convirtió en parte de Francia en el año de 1860, en consecuencia del apoyo francés a la unificación italiana, y en su lugar nacen los actuales departamentos de Saboya, Alta Saboya y Alpes Marítimos, en el mediterráneo.
Estos hechos históricos no pasan desapercibidos por el patrimonio arquitectónico de Annecy, que es, sin lugar a duda, más alpino suizo que francés. Por poco observadores que seamos, es fácil darse cuenta que su casco antiguo tiene más en común con Ginebra que con Lyon.
A diferencia de la mayoría de las ciudades históricas francesas, Annecy no tiene ningún gran monumento histórico significativo. No hay una gran catedral, ni restos romanos, ni impresionantes fortificaciones. Las atracciones turísticas de la localidad son el casco antiguo, con sus pintorescas calles y canales, la orilla del río Thiou y, por supuesto, el lago de Annecy.
El Casco Antiguo y los Canales
En la ciudad vieja podemos apreciar edificaciones como el Palacio de Sales (siglo XVII), en la rue du Pâquier; la iglesia de Notre-Dame-de-Liesse (siglo XVI), en la calle del mismo nombre, de la que sólo queda como pieza original el campanario, el resto de la estructura es de estilo neoclásico y fecha del año de 1850, cuando la reconstruyeron totalmente.
Al lado de la iglesia está el antiguo Ayuntamiento, convertido en casa parroquial y que muestra la trucha del escudo de Annecy en el elegante forjado de su escalera (1771).
Otras iglesias que se encuentran en el centro son Saint Maurice, antigua iglesia de los Dominicos edificada en el siglo XV; Saint-François, que ocupa el emplazamiento de la iglesia del primer monasterio de la orden de la Visitación, fundada por Francisco de Sales y Juana de Chantal en 1610; y la cathédrale Saint-Pierre, edificada hacia 1535 para acoger a los franciscanos y poco después convertida en catedral provisional de los obispos de Ginebra.
Églice Notre-Dame-de-Liesse Antiguo Ayuntamiento Église Saint-François Cathédrale Saint-Pierre
El casco antiguo de Annecy está atravesado por el río Thiou, el más corto de Francia con sus 5 kilómetros, y por el Canal du Vassé. Es la presencia de estos dos cursos de agua, y de otros canales artificiales, lo que ha llevado la localidad a ser conocida como la «Venecia de los Alpes» o «Venecia de Saboya«.
Los canales de Annecy son sin lugar a duda el “sello” de la ciudad. Recorren todo el casco antiguo y están repletos de flores a su orilla, preciosos puentes y arropados por increíbles casas con fachadas de colores.
Desde el Palacio de la Isla (Palais de I’Ile) es donde se contempla la vista más pintoresca del casco viejo. Esta construcción se parece a un barco de piedra anclado en el Tyiou. A ras del agua, sus gruesas rejas recuerdan que antiguamente albergó una cárcel, pero ese fue uno de los múltiples usos que ha tenido a lo largo de la historia.
El Palacio de la Isla
Es el monumento más representativo de la ciudad. Está situado en una isleta que forma el río Thiou al pasar por el casco antiguo. Es de origen medieval y su construcción empezó el en siglo XII para ser residencia de los señores de Annecy. En 1325 se aprovechó su ubicación estratégica para convertirlo en prisión.
En 1355 se convierte en taller de monedas que deja de funcionar en el siglo XIV. En la época en que la ciudad estaba bajo el mando del Ducado de Saboya retomaron su uso residencial. A finales del siglo XVI se transforma en el Palacio de la Justicia de la isla. A partir del siglo XVIII se le asigna al edificio funciones administrativas, mientras que su condición de prisión se mantuvo hasta el año de 1864.
Entre los años de 1865 y 1880 pasa a ser un asilo de ancianos y durante la Revolución Francesa fue utilizado como cuartel y almacén. En el año de 1900 fue catalogado como monumento histórico y en la actualidad alberga el Centro de Interpretación de la Arquitectura y el Patrimonio de Annecy.
Al lado del Palacio de la Isla está la Iglesia de San Francisco (Saint-François), una copia fidedigna de la Iglesia del Gesú de Roma. Su construcción es del siglo XVII y de estilo barroco. En sus comienzos, la iglesia albergaba la tumba de San Francisco de Sales, que posteriormente fue trasladada a la Basílica de la Visitación de Annecy.
Por su parte, el sinuoso canal de Vassé, con sus numerosas circunvoluciones en partes subterráneas y en parte abiertas, pasa por el casco antiguo antes de unirse al brazo principal del Thiou y luego al muelle del Obispo (Quai de l´Eveche).
Históricamente, el canal fue excavado para suministrar agua a las zanjas de las murallas, milagrosamente conservadas porque suministraban agua y energía a los numerosos talleres dispersos por toda la ciudad. En la entrada al canal se construyó el famoso Puente de los Amores.
El El Puente de los Amores
El puente se construye en el año de 1845. Originalmente era de madera y su estructura fue cambiada por hierro en 1960. Está situado a la entrada del canal de Vassé sobre el río Thiou y al borde el lago. La pasarela une los Jardines de Europa con el Parque de Annecy.
Popularmente se dice que lleva este nombre debido a la costumbre que había de acudir a este lugar al encuentro de prostitutas. A día de hoy está figurado como un lugar romántico y acompañado de una leyenda que dice que los enamorados que se besen en el centro del puente permanecerán juntos toda la vida, un happy end seguro vamos.
Desde el puente de los Amores se accede a los Jardines de Europa, un lugar idílico que invita al paseo o a un buen picnic y donde reside Gingko Biloba, un precioso ejemplar de secoya. Y se nos situamos en el centro del puente tenemos unas vistas espectaculares de su lago.
El Lago de Annecy
Es el segundo lago de origen glaciar más grande de Francia. Está a 447 metros sobre el nivel del mar, tiene una superficie de 27,4 km2 y es el primer lado de Europa por la pureza de sus aguas. Hay que decirlo que es un lugar maravilloso e ideal para relajarse, pasear y deslumbrarse con las preciosas montañas que lo rodean.
En el lago se pueden realizar un sinfín de actividades como alquilar pedales, barcos a motor o bien hacer un crucero o una travesía en lancha. La carretera que lo rodea también ofrece lugares muy interesantes y dignos de verse como la Reserva Natural de Marais du Bot, los Castillos de Duingt, Clermont, Thorens, Montrottier.
Aparte del patrimonio natural e histórico, alrededor del lago se encuentran bellísimos pueblos, rutas de senderismo, deportes de invierno, playas y piscinas, puertos… en definitiva, es un entorno donde no hay formas de aburrirse.
El Castillo de Annecy
En la cima de la ciudad se ubica Castillo de Annecy, una fortaleza del siglo XII construida por y para los Condes de Ginebra donde éstos residieron a partir del año de 1219.
En el siglo XVI se convirtió en la residencia de los duques de Ginebra-Nemours. Desde finales del siglo XVII hasta 1940 sirvió de cuartel.
En el año de 1953, y tras una época de abandono, la ciudad decide comprar el Castillo para su recuperación.
En la actualidad alberga el Museo-Castillo y el Observatorio Regional de los Lagos Alpinos (ORLA), un museo dedicado al arte, etnología, arqueología, historia y los lagos alpinos.
La Basílica de la Visitación
Entre las iglesias de Annecy, la más llamativa es la Basílica de la Visitación que se puede ver de todos los puntos de la ciudad. La construcción de la iglesia fue terminada en el año de 1930, consagrada en 1949 y convertida en basílica en 1951.
Su interior está compuesto de vidrieras que ilustran las vidas de Francisco de Sales y Juana de Chantal. Ambos reposan en unos sarcófagos de cobre dorado.
En definitiva, Annecy es una ciudad llena de historia y encanto que debería estar en tu lista de qué lugares conocer en Francia. Rodeada por los suntuosos macizos de Bornes y Bauges, se encuentra bordeada por una naturaleza extraordinaria.
Además, está muy cerca de lugares interesantísimos, tanto de Francia –Chamonix-Mont-Blanc, Grenoble o Lyon-, como de Suiza – Ginebra, Lausana, Sion o Berna.
Yo recomiendo su visita y volvería encantada.
Enlaces de Interés
Site officiel de la ville d’Annecy