Ha sido honor colaborar un año más con un artículo para la Revista Arbolio, en esta ocasión para el nº 8 verano 2018. He redactado un pequeño artículo acerca del idílico pueblo de Redilluera, un lugar muy especial donde lo que ha construido el hombre vive en plena armonía con la naturaleza que le rodea.
Este pintoresco pueblo, enclavado en la cordillera Cantábrica a 1.294 m. de altitud, pervive en la montaña leonesa a las orillas del arroyo Labias, afluente del Curueño, en el municipio de Valdelugueros,provincia de León.
Con respecto a la toponimia de “Redilluera”, algunas fuentes señalan que proviene de los vocablos celtas “redi” (río) y “lluera” (acumulación de piedras), viniendo a significar “río de montaña”. Por otra parte, también hay indicios de que este nombre está compuesto por la palabra río procedente de la latina “rivus” más un segundo elemento determinativo que pude ser “de” más “lluera”, que podría referirse al río de Lora.
En este segundo supuesto el nombre significaría “río de Lora”. Otra curiosidad a este respecto es que en el “Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar” el nombre del pueblo de Redilluera aparece con las variantes “Redillera” y “Rodillera”.
El diccionario aporta la siguiente descripción al pueblo de Redilluera:
“[…] Su clima es frío, pero sano. Tiene 21 casas; iglesia parroquial (San Bartolomé) servida por un cura de ingreso y de provisión real y ordinaria; cementerio en paraje ventilado y buenas aguas potables. […] Los caminos dirigen a los puntos limítrofes y a Asturias: la correspondencia se recibe de la cabeza del partido. Productos: centeno, cebada, legumbres, lino, linaza y buenos pastos; cría ganado vacuno, lanar, cabrío y algo de cerda y caballar; caza de varios animales. Industria: telares de lienzos caseros. Población: 21 vecinos: 90 almas. Contribución: con el ayuntamiento».
De hecho, en la documentación medieval de la Catedral leonesa “Redilluera” es conocido como “Río de Lora”.
El territorio de Valdelugueros abarca desde valles que drenan las aguas del Curueño, pasando por los arroyos de Labias o el arroyo de Vallarias que desciende desde el collado de Vademaría (1.643 m.).
Sus montañas están conformadas por picos con altitudes significativas como son el Pico Bodón (1.960m.); el Pico Huevo (2.156 m.), en el puerto de Vegarada (1.560m.); o el Pico Solano (2.000 m.).
Sus formaciones de pizarras carboníferas en su día dieron lugar a explotaciones mineras en Lugueros y Redilluera. Cuenta también con calizas que, por la acción fluvial, han dado lugar a las Hoces de Valdeteja, por el efecto erosivo del agua, apreciándose varias cuevas aún en período de formación.
Esta área de la montaña del Curueño se menciona por primera vez en el siglo X, donde se citan los despoblados de Bustifesa y Bustifer o las torres de planta circular de Redilluera y Valdelugueros.
En este espectacular entorno es donde duerme Redilluera, en un tranquilo y estrecho valle que forma el río Labias. Allí es donde se acaba la carretera y nacen cuantiosas sendas que encauzan a las fuentes de las que manan las aguas que luego se llamarán Torío. Sus casas, hechas de piedras, se fusionan perfectamente con su entorno envuelto por montañas y agua.
Entre las bellísimas edificaciones del pueblo está la que alberga el Museo Etnográfico privado de Manolo Díez, vecino que a lo largo de los años fue recopilando colecciones de elementos de la ganadería, carpintería, herrería, agricultura y utensilios del hogar que allí están expuestos para el disfrute de los visitantes.
Las calles de Redilluera invitan a un paseo por su puente, por la iglesia románica, o por el torreón cilíndrico de vigilancia, que se encuentra a la entrada del pueblo. Otra divertida actividad es emprender una búsqueda de las muchas labras heráldicas que se esconden en los caserones y muros de Redilluera.
Rutas de Senderismo
Para los que os gusta caminar, desde Redilluera se puede realizar un tramo de la “Ruta de las Cumbres”, que originalmente sale del pueblo de Llamazares. El camino desde allí se enlaza a las vertientes de los ríos
Torío y Curueño, siguiendo el cordal norte del macizo de Bodón y finalizando en el pueblo de Canseco.
El trazado utiliza un camino transversal antiguo, posiblemente prerromano, pues el paisaje emana topónimos celtas, que delatan antiquísimos poblamientos.
Es una ruta mixta de valle y senderismo de alta montaña que alterna carretera asfaltada, camino parcialmente empedrado, monte limpio y camino de tierra. Es de dificultad media-baja y se tarda aproximadamente 2 horas y media en recorrerla. Lo ideal es hacerla en verano.
- Distancias: de Lugueros a Redilluera 5 km por carretera, 10 km por la Collada de Carrozal; de Redilluera a La Collada 2,4 km; de Redilluera a Canseco 7 km.
- Alturas: Lugueros 1.200m, Redilluera 1.294m, Collada 1.535m, Canseco 1.260m.
Desde Redilluera también se puede realizar la ruta “Las hayas del Bodón” que, como sugiere el nombre, pasa por el precioso hayedo del Bodón. El trazado original parte desde Llamazares hacia Redilluera, pero se puede hacer al revés sin problemas. Su recorrido de 6.4 km es circular, de baja dificultad y está recomendada para todas las edades
La ruta parte de Llamazares y pasa por bonitos senderos, donde se puede apreciar el pico Bodón, por un pinar, luego atraviesa el “Canto de la Plana” llegando hasta un bosque de hayas rodeado por pastos, pinos y caliza.
Sigue entre collados habitados por corzos y cruza el Carrozal, zona protegida por el Cueto Cabañas (Peña Carrozal) donde se puede disfrutar de otro majestuoso hayedo.
Tras cruzar el hayedo se desciende paralelo al arroyo Valdiforno que conduce hasta Redilluera. La vuelta se hace por la carretera pasando por el prado “Las Linares”, denominado así debido a que antiguamente el lino solía florecer en este lugar.
Cuenta la leyenda que este prado, extraordinariamente llano respecto al entorno, debe su horizontalidad (única en toda el área), a las continuas batallas allí acaecidas, entre la caballería colonizadora y la recia defensa montañesa.
En definitiva, merece la pena perderse en Redilluera, entre sus estrechas callejuelas, sus antiguas piedras, en este agradable lugar escondido entre peñas y, como bien describe Julio Llamazares, donde “nace, entre saúcos y hayas, el humilde arroyo Labias”.
Referencias Bibliográficas
Ayuntamiento de Valdelugueros: “Redilluera”. Disponible en: http://www.aytovaldelugueros.es/los-pueblos/redilluera [10/06/2018].
Diario de León (2012): El siglo de León. Todos los pueblos y sus gentes: 1901-2000. Trobajo del Camino: Diario de León, pg. 578.
Fernández Marcos, Vicenta (1981): Nombres de pueblos de la provincia de León relacionados con el agua. León: Tierras de León, pg. 5.
La Crónica 16 de León (1995): Los pueblos de León. Tomo II. León: La Crónica 16 de León, pg. 511.
Llamazares, Julio (2009): El río del olvido. Barcelona: Seix Barral.
Madoz, Pascual (1849): Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar. Tomo XIII. Madrid: P. Madoz y L. Sagasti, pg. 391. Disponible en: https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/catalogo_imagenes/imagen.cmd?path=10080680&posicion=1®istrardownload=1 [10/06/2018].
Natuapps: “Las hayas del Bodón”. Disponible en: http://www.naturapps.es/rutas/Las-hayas-del-Bodon-77.php [10/06/2018].
Artículo original publicado en la Revista Arbonio, nº 8, Vernao 2018