El Castillo de Praga ha sido un símbolo importante del Estado checo por más de mil años y sigue siendo un monumento emblemático tanto para la ciudad de Praga como para la República Checa.
La historia de Praga prácticamente empieza con su Castillo, monumento que a lo largo de los años ha resistido a guerras, incendios e invasiones. Se construyó probablemente en torno al año de 880 para ser residencia de los príncipes Přemyslides, luego siguió siendo residencia principesca, real e imperial.
Tras la caída del imperio astro-húngaro, en 1918, se convirtió en la sede de los gobernantes checos y de los presidentes posteriores.
Durante la II Guerra Mundial fue el cuartel general de los nazis y sede comunista durante la dominación soviética. En la actualidad es residencia oficial del presidente de la República Checa.
El complejo del Castillo es el más grande del mundo, según el libro Guinness de los Récords. Abarca una superficie de casi 70 mil metros cuadrados y está compuesto por palacios históricos, oficinas, edificios de la iglesia y de fortificación, jardines y lugares pintorescos.
Las fotos arriba las he sacado desde la Ciudad Vieja, un lugar estratégico para poder vislumbrar una buena panorámica del complejo del castillo. Desde luego uno puede perderse tranquilamente todo un día visitando sus patios, palacios, museos, jardines y admirando tanta historia y belleza que lo envuelven. Os garantizo que vale la pena cada minuto visitando este maravilloso lugar. A continuación os describiré los puntos de interés más emblemáticos que se encuentran dentro del complejo del Castillo de Praga.
El Antiguo Palacio Real, actual sede del presidente de la República, fue construido en el siglo IX y originalmente era un primitivo palacio de madera que fue sufriendo con el tiempo importantes cambios hasta convertirse en el Palacio que vemos en la actualidad.
Los cimientos del palacio románico son del siglo XII. El aspecto actual del Palacio Real fue marcado durante dos importantes construcciones y reconstrucciones realizadas en el siglo XIV y en el siglo XVI, y tras el incendio de Praga.
Entre las diversas áreas de interés que alberga el palacio merece una mención especial la Sala Vladislao. Es una inmensa sala de ceremonias con excepcionales dimensiones (13m de altura, 62m de largo, 15m de ancho) proyectada por el arquitecto de la corte Benedikt Ried. Su espectacular bóveda está repleta de elementos decorativos.
Seguimos paseándonos por el complejo y enseguida nos deparamos con la preciosa Basílica y Convento de San Jorge (Bazilika Sv. Jiří ) que, junto a la Catedral de St. Vito, fue una de las primeras edificaciones de piedra construidas en el Castillo de Praga.
La basílica es impresionante, es el edificio religioso más antiguo que se conserva dentro del recinto del castillo. De estilo románico, resguarda auténticos tesoros en su interior.
Fue fundada en el año 920 por el Duque de Bohemia Vratislaus I. En 973 se incorporó a la basílica la abadía de la orden Benedictina y en 1142 sufrió una reconstrucción tras un incendio.
Su fachada es barroca, de finales de siglo XVII y también está compuesta de una capilla de estilo gótico dedicada a Ludmila de Bohemia .
La capilla alberga la sepultura de esta Santa. Tanto la Catedral de San Vito como el Convento de San Jorge sirvieron de mausoleo real durante la Edad Media.
Actualmente la basílica acoge una colección de arte bohemio del siglo XIX de la Galería Nacional de Arte de Praga. La entrada es gratuita y es una pena que no permitan tomar fotos dentro para que os pudiera enseñar tamaña belleza, pero al menos así tendréis una buena motivación para visitarla un día.
La imponente Catedral de San Vito es otro monumento emblemático de Praga, y de toda la República Checa. Está en el tercer patio del Castillo.
La primera piedra de la catedral la puso el arzobispo de Praga Ernesto de Pardubice, en presencia del rey Juan de Luxemburgo, el 21 de noviembre de 1344.
Fue fundada en un lugar donde anteriormente estaba una rotonda románica y tardaron casi 600 años en construirla.
Es la sede del arzobispado de Praga y está ubicada en el corazón del complejo del castillo. La Catedral gótica de San Vito sirve de mausoleo principal de la Dinastía Real de Praga, además de albergar auténticas joyas de la corona y tesoros históricos y artísticos.
La Puerta de Oro era la antigua entrada al tiemplo y está enmarcada en tres arcos góticos.
Está en la entrada sur de la catedral y su fachada está compuesta por un preciso mosaico veneciano dorado.
Esta puerta nos conduce a la capilla de San Wenceslao, que está lujosamente decorada con piedras preciosas, frescos, todos los honores para salvaguardar la tumba del patrono de Bohemia, San Wenceslao, que se encuentra allí.
A los pies de la catedral se encuentra la estatua ecuestre de San Jorge.
Nos hemos pasado por cada rincón del castillo y nos impresionó especialmente el Callejón del Oro.
Es una calle minúscula contigua a la muralla y plagada de mitos, leyendas, color y que ha mantenido con los siglos su encanto medieval.
Sus casitas fueron construidas entre los siglos XVI y XVII, con llamativos colores y solían albergar talleres artesanos principalmente ocupados por orfebres, de ahí el nombre “Callejón del Oro”.
Las casas que se encuentran en los números 20 y 13 son los mejores ejemplares de su estilo original. Sin embargo, la más famosa es la que está en el número 22, es la casa donde vivió el escritor checo Franz Kafka durante los años de 1916 y 1917.
Ahora creo que puede entender un poco más el punto depresivo y pesimista de Kafka, vivir en una casa tan pequeña no debe ser cosa fácil.
Bromas aparte, aunque de veras es minúscula la casita es preciosa y tiene mucho encanto, pero sí que está más para una casa de muñecas. Tenéis que estar allí para comprobarlo in situ.
Terminamos nuestra visita en el mirador del Castillo disfrutando de las mejores vistas de Praga. Desde allí vemos el Barrio del Castillo, la Ciudad Vieja, la Ciudad Pequeña y también la Ciudad Nueva.
Apreciamos maravillosos detalles de la aboveda de la Iglesia de San Nicolás, con la ayuda de mi objetivo, el precioso río Moldavia, unas panorámicas verdaderamente espectaculares.
Desde el mirador bordemos la parte exterior de la muralla pasando por los Jardines Sur y apreciando preciosos elementos arquitectónicos, fuentes, estatuas, un obelisco, en fin, un paseo inolvidable.
También merece mucho la pena darse un paseo por los jardines del Castillo de Praga.
Bueno, creo que a lo largo del artículo ya os habéis dado cuenta pero matizo, el Castillo es visita obligatoria estando en Praga.
Aparte de ser Patrimonio de la Humanidad (declarado por la UNESCO), es un monumento, y un complejo, impresionante y llamativo por sí sólo, y os recuerdo, el más grande el mundo. La entrada es gratuita así que no se puede pedir más.
Enlaces de Interés
Mapa de Praga (Ciudad Vieja, Ciudad Pequeña y Ciudad Nueva)
Web oficial del Castillo de Praga
Web oficial Turismo República Checa
La Ciudad Vieja de Praga, Staré Město
La Ciudad Pequeña de Praga, Malá Strana
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