Vilna es una ciudad muy atractiva que sigue un estilo muy parecido al de otras capitales europeas de la ex URSS como Tallin o Riga. Durante más de cinco siglos, hasta el XVIII, Vilna fue el centro político y cultural del Gran Ducado de Lituania. Su larga historia como territorio ocupado, en diferentes ocasiones, se ve reflejada en su patrimonio histórico y en el conjunto de la ciudad.
Consta que Vilna nace a partir de invasión de tribus bálticas, de poblaciones eslavas y germanas y judías a partir del siglo XI.
La primera mención escrita de Vilna fecha de 1323 de la mano del Gran Duque Gediminas de Lituania, fundador de la ciudad, que en este mismo año elige Vilna como la capital del principado de Lituania y en 1387 se le concede el derecho a ser ciudad.
Entre 1503 y 1522 se levantan los muros alrededor de la ciudad, con sus tres torres y nueve puertas. En 1544 el rey Segismundo II de Polonia establece su propia corte en Vilna, y en su reinado la ciudad alcanza un gran desarrollo.
En 1569 se da la unión entre Lituania y Polonia y la ciudad se hace reconocer como centro de la cultura polaca y también de la educación judía. Diez años más tarde se funda en Vilna la Universidad más antigua de Lituania que se convierte en uno de los mayores centros científicos y culturales de la región báltica.
En 1655 la ciudad es conquistada por las fuerzas rusas provocando que la población se desplazara al campo. En 1796 Vilna fue incorporada al Imperio Ruso y se convirtió en capital de una gobernación.
En 1812 la ciudad es invadida por las tropas de Napoleón I durante su avance hacia Moscú. Durante la II Guerra Mundial Vilna es ocupada por fuerzas alemanas, en el año de 1920 pasa a formar parte de la República Socialista Soviética (URSS), luego es ocupada por Polonia y en 1939 reocupada por la URSS. Al año siguiente se convierte en capital de la recién proclamada República Socialista Soviética de Lituania.
Durante la II Guerra Mundial es ocupada por fuerzas alemanas y en julio de 1944 el ejército Krajowa (polaco) y el Ejército Rojo (ruso) entran en Vilna y la reintegran como capital de la República Socialista Soviética en Lituania. En marzo de 1990 la República Socialista Soviética de Lituania proclama su independencia de la URSS restaurando la República de Lituania donde Vilna sigue siendo la capital.
Vilna es la ciudad más grande del país, una de las más antiguas de Lituania y famosa por su extraordinaria belleza. Tal reconocimiento llega de la mano de la UNESCO en 1994 cuando la inscribe en su Lista de Patrimonio Mundial por conservar un impresionante complejo de estilo gótico, renacentista, barroco, edificios clásicos, así como por su trazado medieval y entorno natural. Aunque 
su población cuenta con más de 500 mil habitantes es una capital pequeña y fácil de conocer.
El casco antiguo de Vilna es el más grande de la Europa del Este. Abarca 3,59 km2 y está formado por 74 barrios, 70 calles y callejones compuestos por más de 1487 edificios de estilo gótico, renacentista, barroco y 
neoclásico. Nosotros empezamos el tour por Vilna visitando la bella Iglesia de San Miguel.
Hay muchas iglesias y catedrales por la ciudad y un dato curioso es que si por un lado son imponentes por fuera, principalmente las catedrales, por otro son relativamente sencillas y austeras en su interior. Merece la pena fijarse en los paneles dorados que se encuentran detrás de los altares, son preciosos y unas verdaderas obras de arte. ¡Importante! No se puede entrar en las iglesias o catedrales si se está celebrando misa.
Luego nos dirigimos a la Avenida Gediminas, la calle más importante de la Vilna. En ella se sitúan edificios emblemáticos del Gobierno (Parlamento Lituano), Instituciones Públicas (Correos) y también comercios y empresas. La Avenida conecta el Palacio Seimas con la Plaza de la Catedral, en el centro histórico.
Estando en la Avenida Gediminas no perdimos la 
oportunidad de desplazarnos hacia la calle paralela para visitar el edificio sede de la antigua KGB (agencia de inteligencia y policía secreta de la entonces Unión Soviética), hoy Museo de Víctimas del Genocidio y también llamado Museo de la KGB.
Muy cerca está la Plaza de la Catedral, en el corazón de Vina. Es un lugar donde comienza la historia de la ciudad y confluye su pasado, presente y futuro. Alberga muchos monumentos, entre ellos la Torre de la Campana y la Catedral Basílica de San Stanislav y San Vladislav que fascina por su simplicidad y por los elementos y esculturas que componen su antigua fachada.
La Catedral fue construida a finales del siglo XVIII y reconstruida en muchas ocasiones. Con lo cual, su estilo varía desde el barroco hasta el renacentista. Muchas personas procedentes del Gran Ducado de Lituania están enterradas en las bóvedas de la Catedral. En su mausoleo real situado en las catacumbas descansan los restos de varios gobernantes de Lituania.
Detrás de la Catedral se encuentra el Palacio de los Grandes Duques de Lituania, reconstruido tras su demolición en el siglo XIX. Fue uno de los palacios más famosos de Europa durante los siglos XV-XVII. Actualmente tiene influencias góticas, renacentistas y barrocas. Delante del palacio podemos apreciar la Estatua del Gran Duque Gediminas.
Desde este punto nos dirigimos a la Torre del Castillo de Gediminas a través del precioso Parque Serikiskiu.
Se puede acceder a la Torre por unas escaleras que rodean el monte o utilizando el funicular, en funcionamiento desde 2003, que está justo al lado del Museo Nacional de Lituania cuya exposición muestra modelos 
de reconstrucción de los Castillos de Vilna, armamentos y material iconográfico de la ciudad. Desde arriba se aprecia una magnífica panorámica de la capital.
La Torre del Castillo de Gediminas se encuentra en la cima de la Colina de Gediminas y se ha convertido en una imagen emblemática tanto de Vilna como de Lituania.
Este Castillo está relacionado con el establecimiento de la ciudad ya que se le menciona por primera vez en 1323 cuando Gediminas envía a los artesanos y comerciantes extranjeros invitaciones para que se instalen en Vilna. En estas cartas Vilna es por primera vez llamada capital del Gran Ducado de Lituania.
La Torre también ha sido un lugar emblemático en la historia moderna dado que fue allí donde un grupo de voluntarios planteó, por primera vez, la bandera tricolor de Lituania en el retiro del ejército alemán el 01 de enero de 1919, fecha que, desde entonces, se conmemora el día de la bandera de Lituania.
Tras disfrutar de las preciosas vistas desde la Colina de Gediminas, bajamos utilizando el funicular y seguimos visitando otros monumentos y lugares de la ciudad.
Sorprendente la Iglesia de Santa Ana, una obra maestra del gótico tardío. Pese las muchas investigaciones acerca de este famoso monumento arquitectónico, su origen es todavía un misterio. Sin embargo, fue mencionada por primera vez en 1394 y se cree que fue construida por unos monjes franciscanos en 1495/1500 usando 33 tipos de ladrillos. El exterior de la iglesia se ha mantenido sin cambios durante los últimos 500 años.
Užupis es un singular barrio de Vilna que está conectado a la capital por el río Vilna. Le llaman la “República” de los artistas. La República Užupis tiene su propio himno, constitución, presidente, obispo, dos iglesias y uno de los cementerios más antiguos de Vilna (Cementerio de Bernardine). Es uno de los barrios más antiguos de Vilna y se le menciona en documentos históricos ya en el siglo XVI.
Antaño fue un suburbio muy popular entre los artesanos y pequeños comerciantes. Fue mayoritariamente poblado por judíos, mayor parte de los cuales murieron durante el holocausto. Es un barrio famoso por sus galerías de arte, estudios, talleres, acogedores cafés, así como por sus conciertos alternativos, exposiciones y festivales. Es muy popular entre los jóvenes artistas y considerada la zona más románica y misteriosa de Vilna. Por veces comparan Užupis con lugares como Montmartre en París o el barrio hippie de Christiania en Copenhague.
Otro rincón con mucho encanto de Vilna se encuentra en la Calle del Literato (Literatų Gatvė). Es una calle peatonal donde los artistas exponen sus creaciones en los muros y paredes de las casas. Para identificar las obras hay dos grandes placas descriptivas con el número de cada creación y sus respectivos artistas.
Tras empaparnos del arte callejero fuimos hacia la Calle Pilies, la más antigua y una de las principales calles del casco antiguo. Empieza en la Plaza del Ayuntamiento y termina en la Plaza de la Catedral. Esta calle se distingue por su variedad arquitectónica compuesta por edificios góticos (nºs 12 y 14), renacentistas (nº 4, construcción de un colegio del episcopado) y barroco (Iglesia de San Juan). En esta zona visitamos otros monumentos de la capital.
El Palacio Presidencial (Prezidentūra) es un edificio imponente. Desde el siglo XVI sirvió como residencia de los obispos de Vilna. Cuando la ciudad fue ocupada y anexada al Imperio Ruso, en el siglo XVIII, fue residencia del Gobernador General de Vilna. En 1997 el edificio fue renovado y en la actualidad es la residencia del presidente de Lituania y su Cancillería. Todos los días, a las 18hs, se puede ver el cambio de guardia en el Palacio Presidencial. Todos los domingos, a las 12hs, se celebra una solemne ceremonia de izado de la bandera (5-10 min.). Participan del acto los soldados de honor de la Compañía de las Fuerzas Armadas de Lituania vistiendo los uniformes ceremoniales y llevando el armamento medieval.
La Universidad de Vilna, que se encuentra muy cerca del Palacio Presidencial, es la Universidad más antigua de Lituania y una de las más antiguas de Europa. Fue fundada en 1579 donde anteriormente había un colegio establecido por los monjes jesuitas en el año de 1569.
Un poco más adelante está el Ayuntamiento de Vilna, ubicado en la Plaza del Ayuntamiento una de las principales en la ciudad.
El edificio fecha de 1387, era de estilo gótico y tras su reconstrucción a finales del siglo XVIII se convirtió en un edificio clásico. En el siglo XIX se transformó en un Teatro de la ciudad y en el siglo XX en un museo de arte. Hoy en día el Ayuntamiento de Vilna es un edificio emblemático donde tiene lugar muchos eventos durante todo el año.
Cosas que ver en la ciudad
Avenida Gediminas, Parlamento Lituano, Edificio de Correos, Museo de Víctimas del Genocidio, Plaza de la Catedral, Torre de la Campana, Catedral Basílica de San Stanislav y San Vladislav, Palacio de los Grandes Duques de Lituania, Estatua del Gran Duque Gediminas, Parque Serikiskiu, Museo Nacional de Lituania, Torre del Castillo de Gediminas, Iglesia de Santa Ana, Užupis, República Užupis, Calle de la Literatura, Calle Pilies, Iglesia de San Juan, Palacio Presidencial, Universidad de Vilna, Ayuntamiento de Vilna, Plaza del Ayuntamiento, Puerta de la Aurora, Galería de Arte de Vilna, Monumento de las Tres Cruces, Bastión de la Muralla de la ciudad de Vilna, Iglesia de San Pedro y San Pablo, Museo-Galería del Ámbar, Pequeño Gueto, Puerta de Dawn, Catedral Bell Towers.
Referencias y enlaces de interés
Diario D -- Daniele Leoz 
Es un artículo muy interesante donde presentas una perspectiva muy instructiva e interesante de esta ciudad báltica. Un saludo.
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Gracias Joan 🙂 Que sepas que a mí me encantan tus artículos, te sigo muy de cerca. Y por no hablar de tus espectaculares fotos.
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¿»Recordar es vivir»? A veces aplica y esta es una de esas ocasiones…
La lectura de tus artículos es siempre una experiencia agradable y enriquecedora. A través de tu óptica, es posible rememorar aquellos lugares que alguna vez se han visitado o conocer aquellos que aún están en el tintero de sitios por explorar, siempre con un toque cultural notable e interesante.
¡Excelente artículo!
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¡Gracias Javier! Y tenes toda la razón, recordar es vivir, y esta es una de las motivaciones que me llevaron a crear el Blog, así siempre hago dos viajes en uno, ¡es genial! Otra cosa curiosa que siempre me pasa en cuanto termino un artículo es que me doy cuenta que siempre nos queda cosas a conocer y descubrir en los destinos que ya hemos ido.
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